En esta ocasión sí que hemos
podido disfrutar de las Medulas en todo su esplendor, pues el sol nos acompaño
en todo momento potenciando el verde y naranja que caracterizan el paisaje de
la zona, quitándonos así la espinita que nos había quedado clavada el año
pasado.
El recorrido por todo el complejo de la Médulas, visitando el mirador de
Orellán y resto de miradores nos hizo recordar lo que vimos en el Centro de
Interpretación y fue contando la guía que nos acompañó el año pasado,
reafirmando no solo su potencial natural sino también su valor cultural, quedándonos
algunos con las ganas de adentrarnos en alguna de sus cuevas.https://www.youtube.com/watch?v=uxZW_zOom4A
Aunque tuvimos que caminar un poco más o desviarnos un poco del recorrido
establecido lo que si pudimos contemplar de cerca fueron los lagos Somido o Sumido y el de Carucedo,
apreciando el reflejo de la vegetación y la suspensión de los nenúfares en sus
aguas.
Comer el bocata
y los dulces que Marisa y Celia nos prepararon fue un gran manjar; así que, sin
duda fue un día redondo que concluimos en León tomando el refrigerio final de
ruta y contagiándonos del humor de una despedida de solteros y de las
tradiciones de la gran mayoría de los turistas al hacernos la foto en la plaza de Guzmán junto al calendario de jardín y recordando el famoso dicho que todo leonés conoce: "Si no te gusta León, ahí tienes la estación”.
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