El pasado sábado nos fuimos de ruta por una de esas joyas del norte que nunca fallan: la Costa Quebrada, en Cantabria. Tocó madrugón, ¡a las 7:00 salíamos de Gijón! rumbo a recoger a los compis de Quintueles, pero mereció la pena. Tras una primera parada para desayunar en La Franca y ponernos al día con los compañeros, nos dirigimos hasta el punto de inicio de la caminata: el Faro de Cabo Mayor, en Santander.
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Comenzamos la ruta con el mar Cantábrico siempre a nuestra derecha, que ya es una maravilla en sí mismo. Nada más empezar nos encontramos con un monolito que recuerda a tres jóvenes boy scouts fallecidos en la zona en 1978 arrastrados por una ola mientras practicaban rappel y un cuarto que se despeñó haciendo prácticas de montañismo. Hicimos una parada breve para conocer el significado de la placa que allí había y continuamos con nuestro camino.
La Costa Quebrada nos fue sorprendiendo con su paisaje a cada paso. Acantilados espectaculares, formaciones rocosas de formas imposibles, calas escondidas y el Cantábrico rompiendo con fuerza a nuestro lado... Un verdadero espectáculo de la naturaleza. Este tramo del litoral cántabro es, sin duda, un auténtico museo geológico al aire libre. ¡Imposible no parar cada dos por tres a sacar fotos!
Durante el camino pasamos por varios puntos destacados, como el curioso Panteón del Inglés (dejamos enlace por si te pica la curiosidad), y varias playas con mucho encanto: El Bocal, Rosamunda, La Maruca, donde hicimos una parada para tomar un tentempié, y la Virgen del Mar, muy animada, con gente cocinando al aire libre y disfrutando de una fantástica jornada playera.
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Panteón del Inglés |
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Playa de La Maruca |
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Mirador del Ruco Grande |
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Playa San Juan de la Canal |
El tiempo nos acompañó: sol y buena temperatura. Todo sumó para que fuera una jornada redonda. Antes de volver a casa, parada técnica en Unquera para hacernos con corbatas, sobaos y palmeras gigantes. ¡Porque no todo va a ser andar!
Un dia completo y divertido con paisajes únicos y buena compañía. La Costa Quebrada nos ha dejado con ganas de más.
¡Hasta la próxima aventura!