La segunda salida de la temporada, ha tenido como objetivo visitar una de las cascadas más bonitas de Asturias y coronar la Peña El Castiello. Ambos objetivos logrados satisfactoriamente.
Nuestro día comenzó con un rico desayuno en la Confitería El Vasco de Trubia donde fuimos diligentemente atendidos y con la paciencia que se necesita para atender a un grupo tan numeroso. Aunque siempre nos portamos bien, entiendo que tiene que asustar vernos entrar a todos a la vez cual manada hambrienta. Esta confitería se trata de un negocio con tradición familiar, ubicada junto a la histórica estación de tren "El Vasco". Para este grupo es parada obligatoria siempre que tenemos ruta por la zona o si nos queda de camino.
Después de nuestra parada de rigor para desayunar, tocaba empezar a pensar en que nuestro cometido del día era caminar, por lo que nos subimos al bus que nos llevaría directamente a San Andrés de Trubia para dar comienzo a la tarea. Íbamos algo asustados, puesto que en la reseña que el presi nos había pasado de la ruta, se hablaba de un repechín/repechón inicial que hacía aflorar cierta preocupación en algunos de nuestros caminantes. Eso y la lluvia de los días anteriores que nos llevaba a pensar que tendríamos que volver a lidiar con el barro, no ayudaba mucho a despertar nuestra motivación. Al final no fue para tanto. En este grupo no tiene cabida la subestimación, tanto es así, que una vez librado ese primer repechón, que nos llevó directamente hasta la base de la Peña El Castiello, prácticamente todos y contra todo pronóstico, quisimos coronarla (396m).
Para ello nos organizamos en pequeños grupos de 8 puesto que el espacio en la cumbre no es mucho. La subida nos resultó corta y asequible y sin duda mereció la pena, puesto que desde arriba, pudimos observar unas maravillosas vistas del Valle del Trubia (también conocido como Valle del Oso), se oteaba Trubia a la izquierda, San Andrés de Trubia bajo nuestros pies y también parte de la Sierra del Aramo con alguno de sus picos más emblemáticos como La Mostayal. En lo alto de la Peña, encontramos una cruz hecha con espejos, algo curioso, nunca había visto ninguna así. Hay que decir que la cruz, se encuentra en bastante mal estado, con los espejos rotos y con poca estabilidad (OJO con apoyarse en ella para fotos porque se mueve). También hay el típico buzón de cumbres, el cual nos resultó imposible abrir para dejar constancia de nuestro paso, debido a lo oxidado que está. Aquí dejo un enlace por si alguien quiere curiosear y saber algo más sobre la relevancia histórica de esta Peña tan estratégicamente situada. Datos sobre Peña El Castiello

Tras descender de la Peña, nos dirigimos hacia el lugar que causaría el mayor impacto del día, el momento de descubrir la maravillosa Cascada Guanga, una de las seis que hay en el arroyo Buanga y la de más fácil acceso. Según íbamos caminando, el sonido del agua, nos indicaba que la teníamos cerca. Antes de llegar a ella, pasamos por delante de los restos del Molino de Guanga, el cual conserva aún en su interior, la rueda de moler. Unos pasos más allá, apareció el lugar mágico y bucólico que estábamos deseando ver, el lugar que nos dejó a todos sin palabras durante un instante, la Cascada Guanga. Para hacer el momento aún más bonito y especial, un arcoiris hizo acto de presencia sobre la roca por la que cae el agua. Fue absolutamente espectacular. Dedicamos allí el tiempo necesario para disfrutar de la belleza y tranquilidad que ofrece ese lugar y por supuesto, consideramos que era un buen momento para hacer una bonita foto de grupo.
Como bien habíamos sido advertidos por los compañeros que habían realizado el reconocimiento previo de la ruta, el resto de cascadas son de difícil acceso y el ir a visitarlas con un grupo tan numeroso, entrañaría un riesgo importante que por responsabilidad, decidimos no asumir. Curiosamente el mismo día en el que nosotros estuvimos allí, los bomberos de Oviedo tuvieron que intervenir para realizar el rescate de dos senderistas que accedieron a una zona de la que luego no pudieron salir por sus propios pies. Parece ser, que la intervención de los equipos de rescate en esta zona, es bastante habitual ya que se supone que la gente no estudia sus posibilidades y las dificultades del terreno antes de lanzarse a la aventura. Os dejo el enlace a la noticia. Rescate. Noticia LNE
Impresionados por la belleza de la cascada, continuamos nuestro camino por el sendero que forma parte de la Ruta del Oso. Nuestra siguiente parada, fue para comer en el Área Recreativa de Las Cuestas. En ese momento amenazaba lluvia e incluso cayeron algunas gotitas que hicieron que tuviéramos que sacar los paraguas. La lluvia remitió y nos permitió comer el bocata con tranquilidad e incluso disfrutar de los dulces de Celia y el cafetín del Presi. La amenaza de lluvia fue pasajera puesto que tras la comida, pudimos seguir disfrutando del camino con un cielo prácticamente despejado.

Continuamos por tanto, hacia Perlavia, un bonito pueblo en el que las casas tradicionales asturianas, los hórreos y las paneras se encuentran en muy buen estado de conservación. Nos estábamos acercando ya al final de ruta, a San Andrés de Trubia. Tan solo nos quedaba el último tramo que lo realizamos por la Senda Verde Fuso a Tuñon, una antigua vía del tren convertida en senda peatonal y cicloturista que en ese tramo, discurre paralela al río Trubia.
Llegados a destino, nos dirigimos al bus para desprendernos de mochilas y botas y mucho más cómodos, fuimos todos juntos al bar del pueblo a tomar nuestro merecido refrigerio de fin de ruta.
Una vez más, este grupo tan estupendo y variopinto, ha cumplido su objetivo. A partir de ahora a pensar en la próxima salida, que nos llevará hasta Bárzana de Quirós donde tras una bonita caminata, nos pegaremos una buena "fartura" en el Restaurante Jamallo. El bocata en esta ocasión, se quedará en casa.
Video de la cascada de Guanga:
¡¡Hasta la próxima aventura!!