Cuando todavía aun estamos saboreando
el buen sabor de boca que hace unos días nos dejó el paseo por el Valle Oscuro,
y todo el entorno del nacimiento del rio Cabra, próximo día 5 de Febrero,
volvemos a la carga con otra bonita ruta. En esta ocasión, nos acercaremos al
Pueblo de Oviñana, Concejo de Cudillero, y desde allí mismo comenzaremos otra
entretenida ruta que nos llevará hasta los acantilados del Cabo Vidío, segundo
punto más septentrional de Asturias, por detrás de Cabo Peñas, que podremos ver
en la lejanía si el día está despejado.
La ruta consistirá en realizar un
cómodo circuito circular de unos 12,5 kms aproximadamente, y poco más de 300
mts de desnivel acumulado, que nos
permitirá disfrutar de unos bonitos y muy pronunciados acantilados, y algunas de
sus playas.
Una vez arrancamos en Quintueles,
y haber hecho la parada habitual en
Vieques para recoger a nuestros amigos de Gijón, nos dirigimos hacia el Pueblo
de Oviñana, Concejo de Cudillero, al que
llegaremos al cabo de 45/50’. Una vez allí nos acercaremos a la típica tienda/bar
Cai Milio, para desayunar y reponer fuerzas antes de iniciar la caminata.
Ya desayunados, comenzamos a
caminar por un camino asfaltado en llano durante una media hora hasta llegar a un cruce, donde veremos un cartel
anunciando Mariscos Oviñana. Ahí mismo, tomamos el ramal de la derecha. Ya
posicionados, seguimos por camino igualmente asfaltado. Muy pronto ya dejamos
el asfalto, y transitaremos por un camino de tierra por el interior de un
bosque de eucaliptos. En principio, tendremos un pequeño tramo de bajada, para
enseguida, comenzar a subir dentro del mismo bosque, sin apenas dificultad,
salvo que a partir de este momento ya no pisamos tierra, y si lo haremos sobre piedra suelta.
Una vez hemos dejado esta primera
parte del bosque, saldremos a la vía del tren Feve, caminaremos unos metros en
paralelo junto a ella, y a continuación nos desviamos a la derecha por una pequeña
pradería, hasta meternos de nuevo en otro bosque, ya no de eucaliptos, sino de castaños. Dentro del
interior del bosque, vamos a llegar a un cruce, donde los indicadores de la
ruta nos permiten seguir de frente o girar a la izda, nosotros giramos y tomamos
el ramal de la izquierda. Durante este cómodo caminar, tendremos que bajar,
llanear y subir. En todo caso, nada que deba
preocuparnos.
Después de caminar un buen rato por
el interior del bosque, y llegado ya el momento de salirnos, caminamos un poco
más, para ya enseguida llegar al Pueblo
de Valdredo, que bordearemos, dejando su centro a nuestra izda. Una vez lo
hemos cruzado, y ya cuando nos estamos saliendo del mismo, llegaremos a un punto, donde de nuevo las señales indicadoras
de la ruta, nos dan la posibilidad de tirar hacia la derecha o hacia la
izquierda. Nosotros optamos por tirar hacia la izda, caminamos unos metros por
asfalto, y poco más adelante, sin apenas
darnos cuenta, giramos a la derecha, ya para meternos en una pista de hierba y
tierra. Cuando hemos dado dos pasos dentro de esta nueva pista, giramos una vez
más a la derecha, y seguimos caminando en
bajada, con apenas inclinación, por la misma pista en terreno abierto, hasta
llegar de nuevo, a otro bosque de eucaliptos, por el que caminaremos en bajada
hasta llegar a la playa de la Valina o del Gallo, playa más larga de todo el
Concejo de Cudillero, que abordamos por el extremo oeste.
La bajada a la playa, la realizamos por una pequeña pista hormigonada hasta alcanzar
el arenal. Aunque se trata de una bajada
muy corta, y teniendo en cuenta, que en
esa zona da mucho la sombra, y por tanto suele haber mucha humedad, puede que tengamos algo de verdín. Por ello, procuramos
baja con precaución.
Una vez ya en la playa, primera
que veremos y única que cruzaremos, ya que el resto que iremos viendo, las
veremos desde lo alto de los acantilados. Caminamos por
tanto por su arenal , o mas bien entre regodones o cantos rodados, siempre que
la marea que tengamos ese día, nos lo permita, que parece ser que sí, durante
un km, hasta llegar a la desembocadura del rio Vivigo, y su playa, después de
haber caminado poco mas de hora y media. Llegados a ese lugar, y junto a unos de
los molinos de Vivigo, (poco más arriba tenemos un segundo), realizaremos la
parada para tomarnos el tentempié.
Cuando ya hemos descansado una
media hora, reemprenderemos de nuevo la marcha. Por un camino de tierra hacia
arriba en zigzag, pudiendo considerar esta subida como la primera dificultad
del día, pero sin que ello suponga impedimento alguno para los caminantes. La inclinación
es asumible, y con buen firme donde pisar. Superada esta primera y pequeña dificultad,
nos tomaremos un pequeño respiro, pues a
continuación saldremos a una pradería por donde caminaremos en llano durante
unos metros, siempre con la vista del mar a nuestra izquierda, hasta toparnos
de nuevo con la segunda y última dificultad del día.
Dejamos por tanto la pradería, y
a partir de ese momento, afrontamos una bajada y subida entre pinos, en forma
de “V”, igual que la anterior en zig-zag. Tanto la bajada como la subida, no es
que sean especialmente complicadas, pero sí, tienen mucha piedra suelta, lo que nos obliga
a dar los pasos con la máxima precaución para evitar resbalar. Superada esta bajada/subida,
llegaremos a uno de los puntos estelares de la ruta, que nos es otro que el Mirador
del Sablón, con su playa cristalina al fondo. Acercarse a este mirador y poder
sentarse en su emblemático banco, nominado por muchos como el banco más bonito
y singular del mundo, es todo un atractivo. Eso sí, podrán sentarse en él, los más
atrevidos, y quienes no tengan vértigo, y en todo caso, extremando al máximo las
medidas de seguridad. No deberemos amontonarnos para acercarnos a él.
Una vez hemos contemplado y
disfrutado de este hermoso lugar, proseguimos la marcha, en principio
afrontando una pequeña y suave subida con firme de piedra, para enseguida ya ir
afrontando la última parte del recorrido por lo alto del acantilado, siempre
con la mar a nuestra izda, y contemplando
algunas de sus bonita playas con su arena gris, típico en las playas de Occidente.
Durante este ultimo caminar, y antes de poder alcanzar nuestra meta, podremos
contemplar desde el Mirador de la Cueva, una buenísima perspectiva de los
acantilados, tanto hacia el este como hacia el Oeste, y en la parte baja del
acantilado, la playa de mismo nombre.
Poco más adelante, nos toparemos con un barco pesquero restaurado, que
simboliza la “estatua del horizonte”.
Llegados a ese punto, ya solamente
nos queda caminar un poco más, siguiendo el curso de los acantilados,
contemplar desde arriba la playa de Peñadoira, última que veremos antes de
llegar al Faro, que bordearemos para poder disfrutar por unos momentos del esplendor
de todo su entorno. Allí mismo veremos una especie de área recreativa con
algunas mesas, que si bien, no podemos
reservar, esperemos poder tenerlas a nuestra
disposición para poder descansar un buen
rato, y tirar de todo el manjar en forma de bocadillo, que cada uno de nosotros
lleva consigo en su mochila. Una vez hemos comido y descansado lo suficiente,
desandamos un km de lo andado, hasta llegar de nuevo al Mirador de la Cueva y
barco pesquero, por donde poco antes hemos pasado. Ahí mismo, giraremos hacia la izda, y ya nos encaminamos por el interior del pueblo, hasta el punto de
partida, hoy también final de ruta donde nos espera el Bus, dando en ese
momento por finalizada la caminata del día. Y aunque segurísimo que no nos
faltarán los dulces, el café y el chocolate, con lo que nos deleitan habitualmente
nuestros caminantes, una vez nos hemos subido al Bus, nos iremos a rematar la faena a Cudillero, donde nos
tomaremos el habitual refrigerio de fin de ruta. “Os esperamos”
Confirmar salida, a través de nuestra compañera
Soraya 658473557, o a través del Wssap del Grupo.
PD.- Queremos desde la Junta Directiva,
agradecer en este comienzo de año, a aquellas empresas y establecimientos de nuestro Pueblo,
que han querido colaborar con nosotros, y patrocinarnos con una pequeña cantidad,
que sin duda alguna, nos viene muy bien para ayudar al Club. Gracias por tanto,
a VIVEROS RUNZA, AUTOS SAMA, RTE NICASIA. Esperamos que en un futuro próximo, pueda
sumarse alguna otra empresa o establecimiento, a este
módico patrocinio, habida cuenta, de
nuestra loable y positiva actividad, en
beneficio de todos los vecinos que quieran participar, ya que no solo hacemos
rutas de montaña y sendas costera, sino también visitas a Pueblos y lugares que
puedan merecer la pena.
Fdo.-
Argimiro Blanco – Club deportivo GM Pisasenderos – Quintueles